“Desde que llegamos nos maltrataban. Abusaban de nosotras, nos golpeaban”, contó a Punto Final.

Señaló que los terroristas se contactaron con ella y a sus amigas en Satipo. Mediante engaños, las llevaron a lo más profundo de la selva del VRAE.

“Estaba trabajando en Satipo, en un restaurante, con varias amigas. Un sujeto nos preguntó si podíamos trabajar como cocineras en el bosque. Nos dio un adelanto y nos llevó con engaños”, reveló.

Aseveró que pudo escapar cuando uno de los helicópteros de las Fuerzas Armadas comenzó a bombardear la zona en la que se ubicaba el campamento en el que ella estaba cautiva. “Ahí aproveché y salí corriendo”, enfatizó.