La modificación del paradero de mediavuelta del Corredor Azul, de la Av. Armendariz a la Av. 28 de Julio, en Miraflores, provocó malestar en el tráfico de la zona, debido a que los buses tienen dificultad para girar hacia la izquierda y volver por la Av. Larco a la ruta troncal rumbo al Rímac.

Según manifestaron transeúntes y vecinos de la zona, esta maniobra de giro hacia la Av. Larco demandó que se rompa un sardinel que había en la pista y que obligaba a los conductores a doblar hacia la derecha.

Afirmaron que al ingresar a la Av. Larco, los buses azules se ven obligados a ingresar al carril establecido por la comuna distrital para el paso obligatorio del transporte público, lo que genera congestión y lentitud en el desplazamiento, así como demora para recoger a los pasajeros.

Debido a que no existe sincronización de los semáforos y con ello se carece de “ola verde” que permita mayor fluidez en el tráfico, el paso de los buses azules interrumpe la circulación por la ciclovía habilitada en la Av. Larco.

Fuente: Andina