Varios sectores del servicio de transporte público decidieron paralizar sus actividades a lo largo de todo el día de jueves, lo que ocasionó una excesiva demanda en el tren eléctrico y en las estaciones del Metropolitano, principalmente en el cono norte.

Los pasajeros del Metro de Lima tuvieron que abordar los vagones apretados unos contra otros por la falta de unidades para transportar a todos los que acudieron a sus diversas estaciones en las primeras horas del día.

De otro lado, a pesar de haber funcionado al 100% de su capacidad, el servicio Metropolitano también experimentó problemas similares.