En su momento, la Línea 2 del Metro de Lima se representó como la gran promesa para acabar con el caótico tráfico de la capital peruana. Sin embargo, este proyecto lleva cuatro años de retraso, en tanto que un sin número de trabajadores tienen jornadas interminables buscando reducir en algo el tiempo perdido.

Como se recuerda, la construcción de la Línea 2, la primera completamente subterránea en la ciudad y cuyo coste es de 5 mil 659 millones de dólares, es clave para aliviar el pesado tráfico, pero este proyecto tenía una deuda histórica que saldar: Lima es la última de las cinco ciudades más grandes de Latinoamérica en kilómetros operativos de metro, con solo 35.

Las obras comenzaron a finales de 2014 con la meta de tener listos en cinco años los 27 kilómetros de túnel con sus respectivas 27 estaciones de la Línea 2, y el ramal de 8 kilómetros de túnel con sus 8 estaciones de la futura Línea 4 que llega hasta el Aeropuerto Internacional Jorge Chávez.

En total, 35 kilómetros nuevos que estaban anunciados, inicialmente, para estar en funcionamiento este año 2020, pero ahora no se espera que sea antes de 2024, según reconoció en una entrevista a Efe el ministro de Transportes y Comunicaciones, Carlos Estremadoyro.

El lento avance de la obra, plagada de retrasos, está al 37,8 por ciento con una inversión de mil 500 millones de dólares sin contar impuestos, de acuerdo al Organismo Supervisor de la Inversión en Infraestructura de Transporte de Uso Público (Ositran).

	La Línea 2 del Metro de Lima, se estima, se entregaría entre 2024 o 2025. (Foto: EFE)
La Línea 2 del Metro de Lima, se estima, se entregaría entre 2024 o 2025. (Foto: EFE)

Pese a los retrasos, la obra ha sido visitada en numerosas ocasiones por ministros españoles o incluso de los mismos reyes de España en 2018.

Es complicado

Hasta ahora solo se han logrado perforar unos 10 de los 35 kilómetros de túneles, algo menos de 2 kilómetros por año, a causa principalmente de las complicaciones del Estado y las empresas para expropiar y adecuar los terrenos para la obra.

Seis años después de la adjudicación del proyecto, todavía faltan 40 terrenos por ser entregados a las constructoras, según Ositran.

Al respecto, el ministro Estremadoyro confesó: “A veces, cuando se diseñan los proyectos no se tiene en cuenta los aspectos sociales. Hemos tenido problemas de disponibilidad (de terrenos) por los mismos propietarios y porque eran grupos importantes de personas que había que desalojar”.

Otro tema han sido las “interferencias”, obras preexistentes de agua, luz, gas o alcantarillado cuya liberación, según el ministro es responsabilidad de los concesionarios.

“Ahí se ha generado este ‘entrampamiento’ porque, si la empresa se demora en liberarlas, también se demora en recibir el terreno. Esa responsabilidad debería ser imputable a la empresa, y esa es la discusión que tenemos en este momento”, añadió.

Millonario arbitraje

Por eso, el Gobierno peruano y las empresas se entramparon desde 2017 en un millonario arbitraje ante el Centro Internacional para el Arreglo de Diferencias sobre Inversiones (Ciadi), dependiente del Banco Mundial, donde cada parte se reclama a la otra una indemnización de 700 millones de dólares por los retrasos sufridos.

	Trabajadores tienen jornadas extendidas tratando de recuperar el tiempo perdido. (Foto: EFE)
Trabajadores tienen jornadas extendidas tratando de recuperar el tiempo perdido. (Foto: EFE)

Para la presidenta de Ositran, Verónica Zambrano, “cualquier tipo de interferencia no es nada que no se pueda solucionar en la excavación, y quien va a excavar es el concesionario (…) Pedirle al Estado que se ponga a excavar para liberar interferencias es como duplicar el trabajo”.

Contactado por Efe, el consorcio constructor derivó cualquier declaración oficial al Ministerio de Transportes por ser “el dueño” del proyecto.

A fines de este año (2020) se espera una primera reunión entre ambas partes, pero el ministro Carlos Estremadoyro espera que todo llegue a buen puerto por el beneficio de la ciudad de Lima: “Que trabajen los abogados y que decidan quién tiene la responsabilidad, pero nosotros estamos más preocupados en que comience a funcionar, que es lo que preocupa a la población”.

Trenes y tuneladoras paradas

No será hasta mediados de 2021 cuando se espera que se ponga en funcionamiento un primer tramo de cinco kilómetros que, bajo el cronograma inicial, debía haber estado en marcha en 2017 para transportar diariamente a unas 300 mil personas.

Cuatro años llevan los trenes en el patio taller esperando a entrar en actividad: “Es una de las pocas obras en el mundo en la que tenemos los trenes y nos los podemos usar”, señaló Verónica Zambrano.

Tampoco han comenzado a operar con puntualidad las dos enormes y modernas tuneladoras que acelerarían hasta por cinco veces la perforación del túnel, lo que estaba prevista inicialmente para 2017.

Se espera que una pueda comenzar a operar en breve y la otra en el primer trimestre de 2021, ya que recién están ultimando las estaciones por donde se deben de introducir las máquinas.

	La Línea 2 del Metro de Lima tendría un tramo de 35 kilómetros. (Foto: EFE)
La Línea 2 del Metro de Lima tendría un tramo de 35 kilómetros. (Foto: EFE)

Nuevos retrasos

La pandemia a causa de la COVID-19 sumó más retrasos y, para Ositran, es necesaria una tercera adenda al contrato de la obra que replantee los nuevos plazos que ya se habían acordado en 2018, pues no ve fácil que en 2024 pueda estar todo concluido: “Sé que no gusta mucho que se hable, pero ya nos salimos del cronograma”, expresó Zambrano.

“Si se abren varios frentes de trabajo, podríamos tratar de llegar a 2025 o algo bastante cercano y no extendernos más porque es un mal mensaje de lo que significa una asociación público-privada (APP)”, agregó.

Esa solución de poner más obreros a trabajar en simultáneo es a la que se encomienda el ministro Estremadoyro para cumplir la meta de 2024: “Hay un compromiso porque la misma empresa es consciente de que el tiempo que se ha tomado es bastante prolongado y, obviamente para su reputación, no es lo más saludable demorarse tanto”.

Líneas en el horizonte

Por ahora los considerables retrasos de la Línea 2 del Metro de Lima no llegan al extremo de la Línea 1, que tardó 25 años en construirse y ponerse en funcionamiento pese a ser un viaducto elevado de 35 kilómetros que acabó convertido en símbolo de la corrupción de los mandatos del fallecido expresidente Alan García (1985-1990 y 2006-2011).

	Trenes de la Línea 2 llevan años esperando ser estrenados en Lima. (Foto: EFE)
Trenes de la Línea 2 llevan años esperando ser estrenados en Lima. (Foto: EFE)

Así, casi medio siglo después de que se proyectara el Metro de Lima, la quinta ciudad más poblada de América Latina está aún lejos de concluir su red básica de tren subterráneo, diseñada con seis líneas con unos 165 kilómetros de recorrido para sus 10 millones de habitantes.

Para recuperar las décadas perdidas, desde el Gobierno ya se ha comenzado a proyectar la Línea 3 y 4 que espera construir como obra pública con un convenio con el gobierno de otro país, lo que considera que le ahorrará costes en comparación con la Línea 2.

Con información de EFE