José Carlos Andrade Beteta es un sujeto que durante un año y medio siguió todos los pasos de la conductora de televisión y también de toda su familia. Ahora se saben detalles de su obsesiva fijación por la periodista.

“He logrado saber su rutina, a qué hora sale del trabajo, a qué hora regresa. Frecuento su casa una vez a la semana. Lo he hecho por un año y medio. Lo hago porque me produce gran alegría, fascinación. Mi corazón late a mil por hora cuando ella me ve”, declaró Andrade Beteta a la Policía.

El perfil psicológico de este hombre de 34 años revela que ante el rechazo y la frustración puede reaccionar con vehemencia, mostrando incapacidad para manejar sus impulsos. Los peritos de criminalística de la Dirincri descubrieron en su pasado un episodio de acoso similar hacia una compañera de colegio, mientras cursaba la secundaria y que se extendió por varios años.

“Pensé en ella por 19 años. La saqué de mi mente a los 32, en el 2016. Tomé en cuenta lo que decían mis padres, quienes me señalaban que descuidaba mi apariencia. Estaba pendiente de ella, pero se fue a Francia”, manifestó en su declaración.

Su relación con las mujeres está enmarcada dentro de una fijación y ansias de correspondencia a sus deseos. Andrade Beteta habría recibido tratamiento psiquiátrico en el hospital Loayza, donde, él asegura, le diagnosticaron con paranoia leve. Luego, su cuadro habría empeorado y había sido tratado por dos años y medio en un centro especializado.