“Nos han dado de alta sin que me operen… Tengo que irme a mi casa, por eso estoy llamado a mi esposa para que me venga a recoger”, señaló Máximo Alorca, quién tienen dañada su primera y segunda vértebra.

La escena se repite en varios casos, como el de Guillermo Silva, quién recibió una bala perdida en el cuello, la cual no ha sido retirada, pero para los médicos ya puede irse a su casa.

Mientras tanto, los pacientes que regresan a sus domicilios esperan que se dé fin a la medida de fuerza de los médicos.