Marco Arenas Castillo, el universitario que mató y luego quemó a su madre María Castillo Gonzales, señaló a través de una misiva dirigida al programa Punto Final desde el penal de Piedras Gordas que se encuentra arrepentido y que el asesinato de su madre “no fue planificado”.

“Tan solo diré que estoy arrepentido sinceramente, son acciones, errores que uno debe afrontar. Todo el suceso de mi madre no fue planificado y solo Dios hará justicia. Yo me entero a último momento que no era mi madre, para que quede claro y transparentemente, nunca quise quedarme con nada material, porque una persona que llegó a mi vida me enseño que lo que importa es el corazón”, indica el homicida en una carta fechada el 22 de noviembre.

Siete días después el parricida volvió a dirigir una misiva fechada el 29 de noviembre donde señala: “Después del hecho delictivo ocurrido el martes 5, siento que no fui yo el que hizo el crimen, lamentablemente fue así, pero no lo hice solo”, indicó.