Pasaron más de diez meses para volver a verse las caras. Marco Arenas y Fernanda Lora, acusados de asesinar a la empresaria panadera y madre de Marco, María Rosa Castillo, cumplieron con el careo ordenado por la sala.

“Quien envió el mensaje con el siguiente texto: ‘Puede ser que se esté haciendo la muerta, amor no caigas en su trampa por favor’”. Esa fue la pregunta que realizó el Poder Judicial a los acusados.

A esta interrogante Fernanda Lora respondió lo siguiente: “Tú dices esos mensajes yo los he enviado a ti. Pero en el acta policial que verificamos en el día de la instructiva, que era una nota que se encontró en tu celular. Una nota que habrá sido escrita por ti… yo no sé por quién habrá sido escrita”.

Marco Arenas: “Bueno Lamentablemente (inteligible)”.

F.L: Está en el acta policial bien claro. (…) Entonces no sé por qué dices que no existe. Yo también me sorprendí de esa nota”

Marco Arenas fue conducido desde el mismo penal de Piedras Gordas hasta la sala. Mientras que su expareja Fernanda Lora fue trasladada desde el penal de Chorrillos.

La diligencia policial duró más de cuatro horas. La defensa legal de Arenas, Elizabet Carmona, presentó el resultado de la pericia médica que se le practicó a su defendido.

La abogada informó que durante el careo su patrocinado le encaró a Fernanda para que se arrepienta y diga la verdad.

Por su parte, la joven Lora mostró un carácter agresivo. “En todo momento ha levantado la voz, no le ha dejado hablar a mi patrocinado”, dijo Carmona.