Según ‘América Noticias’, la doméstica narró que el día del crimen de María Rosa Castillo, Fernanda se sentó en la escalera junto a la mascota, como impidiendo el paso mientras Marco asesinaba a la mujer.

La mujer también contó que la relación entre Fernanda y la víctima era nula, pues ni se saludaban cuando ella visitaba a Marco Arenas en su casa, tal como lo confirmó el padre del parricida, Walter Arenas.

Por su parte, Humberto Abanto, abogado de Fernanda Lora, insistió en que ella es víctima y no participó en el crimen. Reveló que a pesar de que está recluida en un penal, se siente segura y poco a poco se ha ido quitando la venda de los ojos.