El extenista peruano denunció que fue atropellado cuando iba en bicicleta por las calles de por un taxista que en vez de auxiliarlo, le reclamó el no haberse detenido a tiempo.

Según contó él mismo en Facebook, el taxista no quiso detenerse en un cruce peatonal y terminó atropellándolo. El impacto fue tal que el deportista salió volando y estuvo a punto de ser arrollado por otro vehículo que iba en sentido contrario.

Afortunadamente Luis Horna no sufrió lesiones de consideración, solo algunos cortes y una rodilla inflamada producto del impacto.

Aquí su testimonio en Facebook:

“Amo montar bicicleta, lo disfruto cada segundo, asumo el riesgo cada oportunidad que decido salir a montar.

Hace poco tuve un accidente (2 meses exactamente)

Fue una caída en la montaña, dolió, me jodió pero listo! Fue un error mío y se acabó.

Pero hoy fue otra cosa, salí a pedalear con mi bro, nada del otro mundo 3 horas para disfrutar, buen clima y una ruta que nos encanta (molineando) pero alguien decidió que no tenía que ser un buen día, alguien estaba apurado y no podía parar en un cruce porque 3 segundos era demasiado tiempo, o probablemente tenía flojera de apretar el freno porque levantar el pie jode! Cruzo y a la mierda ‘así somos’ yo hago lo que quiero y no respeto la luz roja, la señal de pare o el cruce peatonal, y si vas en bici jodete porque me llegas más al pincho.

Salí volando tanto así que el carro que venía en la otra dirección casi me atropella.

Nada roto gracias a Dios (salvó mi bici y mi casco), cortes, heridas, rodilla inflamada.

Pero un dolor en el alma que me jode, y una voz en los oídos que me perturba ‘porque no paraste’ me dijo el taxista!.

“Creo que eso es realmente lo que más me duele, el hecho de que esta persona ni siquiera tenga la delicadeza de preocuparse, Casi me mata!!

Le di la mano le dije mi nombre y le pedí que se fuera, porque? Porque lo quería matar y me conozco y sabía que apenas pase el mareo iba a reaccionar mal.

Solo quiero agradecer a la gente que salió de sus casas, que me dieron agua y hielo! Una señora con su esposo se animó a curarme las heridas mientras llegaba la ambulancia.

Ojo no sientan pena ni nada de eso, todo pasa y lo más importante es que hoy regrese a mi casa. Sientan lástima, bronca, vergüenza, desilusión por gente como ese taxista que ya se debe de haber olvidado de todo”.