Una lástima. Hace unos días, una encuesta reveló que un , pero lo visto el jueves pasado con la exhumación de los restos del último héroe del Cenepa, , ese porcentaje descenderá seguramente.

La exhumación, que debió realizarse frente a las principales autoridades del gobierno, como el presidente Ollanta Humala, militares de alto rango o representantes del Ministerio de Defensa, solo tuvo a una persona ocupando la fila de sillas que se colocaron en el camposanto, su esposa Julia Panta.

Un nuevo desplante

Al día siguiente de la exhumación, el viernes 29, se debía depositar los restos del héroe Luis Alberto García, pero una vez más, otro maltrato se consumó: el ataúd no pudo ser ingresado a la cripta de los héroes en el cementerio Presbítero Maestro.

¿Qué sucedió? Según informa el diario El Comercio, no se abrió la cripta porque ninguna autoridad del Ejército se hizo presente y ellos poseen la única llave. De igual forma se realizó un sentido homenaje por sus compañeros y familiares, al compás del himno “Los Gigantes del Cenepa”.

El Ejército peruano había programado para este 29 de enero, fecha en que se cumplen 21 años de su muerte, depositar los restos de Luis Alberto García Rojas en la Cripta de los Héroes del cementerio Presbítero Maestro. Sin embargo, un día antes de la exhumación, canceló todo, alegando motivos de seguridad.

El acto heroico

Luis Alberto García Rojas se convirtió en héroe luego de dirigir voluntariamente el ataque peruano piloteando un helicóptero de traslado y no de combate el 29 de enero de 1995, pero el ejército ecuatoriano lo derribó.

El Comando del Ejército le otorgó póstumamente la medalla del combatiente “Mariscal Andrés Avelino Cáceres” y el ascenso al grado de mayor. Posteriormente, el Congreso de la República lo declaró Héroe Nacional el 10 de marzo del 2006.

Es lamentable que Luis Alberto García Rojas se haya inmolado por el país y las autoridades le paguen con total indiferencia.