Está arrepentido. Gerson Urrutia, más conocido como ‘Loco de la Catedral’, pidió, desde la sala del pabellón psiquiátrico del penal de Lurigancho, que ya no lo insulten porque “no es malo”.

Urrutia aprovechó las cámaras de América Noticias para pedirle perdón a todas las personas a las que “alguna vez dañó”, porque dijo que “en su corazón no hay odio ni rencor”.

“Pido perdón a los que alguna vez hice daño, siento mucho amor hacia el mundo y lo único que quiero es que no haya injusticias, no más maldad. Quiero que ya no blasfemen y que crean en Dios, porque él puede venir pronto”, señaló.

Sin embargo, cuando le preguntaron las razones por las que irrumpió en una boda en la Catedral de Lima, donde además tomó como rehén a un cura, solo atinó a decir que no se acordaba de eso.