Quienes cayeron en sus manos aseguran que Edwin Rendón Liñán tiene un gran poder de convencimiento. Para las entidades bancarias, es el autor de la gran estafa por un millón de dólares.

En las imágenes presentadas por América Noticias se le aprecia con dos de la larga lista de mujeres que captó para que pidan préstamos bancarios a cambio de dinero que en algunos casos no cumplió en pagar. Les pidió sus DNI y luego falsificó boletas de pago.

El ilícito negocio tuvo como centro de operaciones el Cono Norte, tal como lo reveló la investigación de la División de Estafas de la Dirincri, y fue en complicidad con una empleada bancaria, Judith Valentín y el promotor de créditos, Charlie Zamora.

Lucrecia Moqui es una mujer sin instrucción. El banco continental le otorgó 70 mil soles. Ella vive en el cerro San Martín, en Comas. A Isabel Huaylla, quien vive en el Cercado de Lima, el Scotiabank le otorgó un préstamo para comprar una moderna camioneta 4 × 4.

Una vez adquirida las camionetas, Rendón se las llevaba para venderlas a un sujeto, Rodrigo Norme, quien operaba en Puno. Este a su vez, las vendía en Bolivia. Además, Rendón aparece como gerente de varias empresas.

Cinco de sus seis cómplices ya han declarado a la Dirincri. Rendón se presentará a la Fiscalía, según él, para esclarecer su situación legal.