¿Hasta dónde puede llegar el fervor religioso? La secta Creciendo en Gracia, conocida internacionalmente por obligar a sus creyentes a tatuarse el 666 y la triple “S” (Seamos Siempre Salvos) en los brazos brazos ya opera en el Perú, así lo demostró un informe del programa Reporte Semanal.

El reportaje indica que la congregación que se reúne todos los miércoles y domingos en Lima también tiene locales en Trujillo y Tacna.

Pero, ¿por qué es alarmante? Según la nota, los miembros del grupo fundado por José Luis de Jesús Miranda son obligados a marcarse la piel y la de sus bebés e hijos porque de esta manera podrán comunicarse con los ángeles de luz y siempre estarán a salvo.

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De Jesús Miranda fue un hombre muy conocido a nivel internacional gracias a que se autoproclamó Jesucristo y siempre decía en sus discursos que el era Dios en la Tierra y convencía a las personas a seguirlo.

Según cuenta Verónica Pachas, directora de una ONG que denunció a los representantes de esta secta en Perú por violentar a los niños, ya lleva siete años en litigio contra Oneid de Jesús Valdez Díaz, ministro del profeta en Perú y Jorge Luis Fajardo, el tatuador; pero hasta ahora no recibe alguna respuesta favorecedora.