A sus cortos siete años, una niña fue víctima de tocamientos indebidos en una cabina de Internet ubicada cerca de su vivienda.

Sin temer peligro alguno, una madre de familia permitía que su pequeña vaya todas las tardes a la cabina de Internet que está al lado de su casa.

Ingrata fue su sorpresa cuando la menor de sus dos hijos le confiesa el miedo que sentía por un hombre que se sentaba al lado suyo.

Según relata la madre, el hombre identificado como Ángel Guido Altamirano siempre encontraba un pretexto para estar cerca de su hija, quien cursa el tercer grado de primaria.

Inmediatamente la madre presentó la denuncia en la comisaría de Chorrillos, pero aún no han dado con su paradero.

Por ahora, la madre ha preferido no enviar a su niña al colegio y sólo espera que se recupere de la penosa experiencia con ayuda psicológica.