El By-pass de la avenida 28 de Julio, obra que sería la más emblemática del tercer periodo del alcalde y una de las más costosas de la capital, tiene unas 530 rajaduras en las cuatro paredes de los túneles del proyecto, según el programa Cuarto Poder.

El mes pasado, después del descubrimiento de un forado en el muro que desemboca en la avenida Garcilaso de la Vega, la Municipalidad de Lima y la empresa OAS apuraron su reparación y sostuvieron que el origen de la abertura era una filtración de agua producto de una desviación de tubería por Sedapal.

El alcalde Castañeda dijo en ese entonces que nada era estructural, es decir, que no comprometía a la estructura misma de la obra. Sin embargo, de acuerdo al informe periodístico, las más de 500 rajaduras no están focalizadas en una sola pared, sino en los cuatro muros que en forma de letra “Y” integran los túneles del By-pass.

“Estructuralmente esto está que hace agua. Yo sigo reiterando que este proyecto y esta obra es una cachetada a la ingeniería, especialmente a la ingeniería civil”, dijo Nestor Huamán Guerrero, experto en ingeniería vial, procesos constructivos, pavimentos y coberturas.

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