Recientemente, el holandés Joran Van der Sloot fue trasladado al penal de Challapalca, en Puno. “Se le encontró un artículo prohibido y amenazó al director del penal, cosa que jamás vamos a permitir”, había explicado el jefe del INPE, José Pérez Guadalupe.

El holandés tenía un sofisticado celular, objeto prohibido para cualquier reo. Hace unos meses se grabó en su celda, en el penal Piedras Gordas. Aquella vez se dejó ver con la barba crecida y un look radical, y hasta cambió el color de su cabello, quería dejar constancia de que algo estaba por ocurrirle.

Él estaba preocupado desde hace varios meses por su traslado a otro penal. Según informó Cuarto Poder, él se comunicaba en inglés a través de Wassap con su abogado Máximo Altez, a quien había etiquetado como ‘Max’.

El holandés también se habría comunicado a través de esa vía con su esposa, su madre y otros familiares suyos que incluso se encuentran en el extranjero.

Incluso seguía con su afición al juego de cartas. Ingresaba a diversas páginas para matar el tiempo e incluso apostaba en línea.

Los agentes del INPE encontraron el celular en su celda y lo sancionaron enviándolo a Challapalca.

Según una comunicación interna, durante su traslado, se produjeron algunos incidentes. Van der Sloot se negó a vestirse adecuadamente, a firmar la notificación del traslado y amenazó al director del establecimiento penitenciario con palabras de grueso calibre.