Según la revista ‘Caretas’, Puelles fue sindicado como uno de los posibles autores intelectuales del crimen, luego que Quintana lo delatara como el dueño de una carga de 7.5 kilos de cocaína enviada a Chile en 1996.

“Conozco a Hugo Quintana de mi barrio de Lince. Era cliente de la panadería de mis padres, en la que yo trabajaba, pero ignoro por qué hace 18 años él dio mi nombre y me relacionó con el tráfico de drogas. Nunca he tenido relación con el narcotráfico y jamás he recibido situación judicial alguna”, dijo en una carta enviada a la revista.

Admitió que salió del Perú en un vuelo comercial en mayo de 1996, rumbo a Estados Unidos. “No he regresado al Perú porque perdí un juicio de alimentos, lo cual me avergüenza y pido disculpas a mi familia por ello”, expresó.

“Mi situación económica como masajista terapéutico, profesión que he estudiado en EE.UU., no me ha permitido cumplir con mis obligaciones de manutención”, sostuvo. Sin embargo, el 22 de enero el Ministerio de Justicia solicitó a las autoridades estadounidenses la extradición de Puelles para ser procesado por narcotráfico en Tacna.

“Recién en estos días me he enterado que existe una orden de extradición a mi nombre, situación que enfrentaré legalmente, pero aún no he sido notificado para presentar mis descargos”, aseguró el masajista.