Según el diario ‘Perú.21’, el canguro le pertenecía a Fernando Fernández Dávila López, amigo de la víctima y que fue captado justo cuando se lo llevaba minutos después del crimen, el pasado 23 de abril.

Así lo confesó este último a los agentes de la Dirección de Investigación Criminal. En su declaración, dijo que conoció a Quintana hace cuatro meses y que el día anterior al crimen ambos fueron a un restaurante de la Costa Verde y, por descuido, olvidó el canguro en el auto.

Una hipótesis que maneja la Policía es que Quintana Bardelli fue una suerte de agente doble del narcotráfico. Es decir, un traficante que informaba reservadamente a la Policía. Por ello, habría sido asesinado.

Según la revista ‘Caretas, el asesinado empresario pudo ayudar a la desarticulación de la banda de narcotraficantes que cayó en una exclusiva vivienda de La Molina con 622 kilos de drogas y numerosas armas.