, sindicado como el líder de una gran organización de narcotráficantes que operaban en el Puerto del Callao, negó ser un delincuente y pidió investigar a la pues, al parecer, le habrían sembrado pruebas para acusarlo.

A través de una carta, Gerald Oropeza respondió a varias preguntas hechas por El Comercio. Ahí precisó que pese a las investigaciones y allanamientos a sus empresas y casas, las autoridades no han encontrado nada que lo vincule directamente con el narcotráfico.

Reveló también que todos sus bienes fueron adquiridos con el dinero que ingresa a su empresa Sergero SAC de las millonarias licitaciones con el Estado.

“Después de la investigación excesiva, los millones de soles retenidos en las cuentas de mi empresa [Sergero S.A.C.], incautaciones de todos mis bienes, allanamientos ilegales inopinados, no han encontrado ni un gramo de droga ni declaraciones testimoniales. Todo está en regla y mi dinero proviene de las millonarias licitaciones públicas”, refirió.

Gerald Oropeza pidió una investigación a los miembros de la Policía Nacional, ya que muchos de ellos estarían, según él, “extorsionado a empresarios”, tal como le ocurrió en noviembre del 2014, cuando sufrió un atentado “que coincide con una denuncia que puso por extorsión policial”.

“Si no pagaba US$50.000 iban a filtrar audios y fotos para hacerme ver como narcotraficante. Hoy se ha cumplido su amenaza: han hecho creer a todo el país que soy un narcotraficante”, precisó en la entrevista.

Oropeza recordó que producto de su denuncia “cayeron policías del más alto nivel” y que desde aquella oportunidad “empezó todo mi calvario”.

DENUNCIA TRATO INHUMANO

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Gerald Oropeza* aprovechó el cuestionario para denunciar que recibe un “trato inhumano por parte del personal de INPE”.

“¿Por qué me humillan? ¿Será acaso porque no he retirado la denuncia contra los policías? ¿Algún día se sabrá que la PNP y autoridades del INPE trabajan con sicarios que les pagan cupos? Ya lograron que mi madre no me visite por un año, solo me permiten seis litros de agua para la semana, salgo a un pasadizo solo por dos horas, no veo la luz del día y mi celda es como un ascensor hermético. Debo estar encerrado durante 22 horas diarias”, dijo precisando que el 7 de enero el jefe del penal deberá responder ante un juzgado a esta denuncia.