En su escalofriante declaración ante la Policía Nacional, reveló que roció gasolina y le prendió fuego a , porque se sintió utilizado y ella “tenía que recibir un escarmiento”.

Contó que en una ocasión utilizó su tarjeta de crédito para ayudarle a Eyvi a comprar unas zapatillas, cuando ambos aún eran amigos. Sin embargo, se molestó porque ella no le pagó y se sintió utilizado.

“Como no me pagaba, entonces sentí que me había utilizado. Ese día yo me sentía tan cargado, no dormía, me ponía a llorar. Ella era muy feliz, haciendo su vida normal y yo fregado, discutía con mi mamá. Entonces, con todas esas cosas, alguien tenía que ponerle un alto”, dijo en su declaración, presentada por el programa ‘Cuarto Poder’.

“Se sentía la última pepa del mundo. Se nubló mi mente. (…) Ella tenía que recibir un escarmiento”, agregó.

“Yo sabía que era una persona que no solamente me hacía daño a mí, sino a otras personas. Realmente, yo no tenía las intenciones de dañar a nadie. Yo solamente quería dañarle su cara, porque ella siempre decía que su cara era bonita. Tenía el ego tan elevado, que a veces presumía. Yo quería acabar con eso, porque yo sabía que a mí nomás no me ha hecho eso, sino que a otros también”, manifestó el agresor.

El perfil psicológico de Javier Hualpa Vacas, proyecta baja autoestima, agresividad y dependencia hacia la figura materna. “Se muestra sumiso y complaciente, pero es muy sensible frente a críticas y agravios, tornándose rencoroso y hostil”, señala el documento.

Eyvi Ágreda será sometida este lunes a una cuarta operación. El médico Elmer Perea, jefe de cirugía plástica y del área de quemados del hospital Guillermo Almenara de Essalud, dijo que ella permanece en estado crítico y que es difícil determinar cuántas operaciones necesitará para recuperarse del ataque de Carlos Hualpa.