“Los días previos a la audiencia del miércoles 12 estuve nerviosa, no comí nada durante cuatro días. Hasta que la noche anterior decidí que tenía que ser responsable, que no podía desvanecerme o desmayarme en plena audiencia como la otra vez”, indicó Eva Bracamonte en su misiva enviada a la revista Caretas, tras su presentación en la audiencia en la Corte Suprema.

Asimismo, en una nueva carta señaló a solo pocas horas de la sentencia final sobre su implicancia y autoría en la muerte de su madre, la empresaria Miryam Fefer.

“No quería volver a sentir eso que es como que el alma se te va y plaf. Así que me obligué a comer un plato de arroz chaufa sin verduras que me preparó Virginia. Aparte de no comer, me pasé esos últimos días pensando en QUÉ-DE-CIR, pero entre más lo pensaba más perdida me sentía y menos idea tenía. ¿Qué debía hacer o decir para ayudarme a demostrar que soy inocente?”, dijo.

Explicó fueron tres razones por la que decidió no preparar nada para su defensa en la Corte Suprema. “Primero, porque hasta ahora no tengo claro cuáles son las supuestas pruebas en mi contra. La segunda razón es que estaba segura de que al estar parada me iba a poner nerviosa que se le iba a olvidar que decir. Y la última razón es que durante más de cuatro años nadie me ha creído”, manifestó.

Contó que fue aterrador estar frente a los magistrados que tenían su vida entera en sus manos y era la única oportunidad para su defensa. “La verdad es que apenas terminé sentí que hubiera querido decir más pero la realidad es que no doy más”, reiteró.

Finalmente, recordó la falta que le hace su madre y que hasta ahora le cuesta crees todo lo que esta pasando. “Solo yo sé cuánto me cuesta admitir que mi mamá no está, solo yo sé que hay momentos en los que no puedo ni decirlo en voz alta. (…) Siento que mi nombre se ha vuelto tóxico hasta para mí misma, y que todos nos merecemos que esto termine. Como sea que termine, pero que termine, pero que termine, por favor”, refirió.