“Quiero empezar mi exposición diciendo que soy inocente. Me ha costado creerlo, pero estoy convencida que desde hace 7 años hay alguien que está interesado en que yo sea encontrada culpable de esto, eso me parece una monstruosidad”, dijo al inicio de la exposición de sus alegatos Eva Bracamonte Fefer, acusada de mandar a matar a su madre, la empresaria Myriam Fefer.

En su intervención, que duró un poco más de 10 minutos, la joven, dio varios puntos por los que cree no deberían iniciarle un nuevo proceso judicial ni mucho menos condenarla a 30 años de prisión por tal crimen.

“Se han presentado varias pruebas, una referida a la llamada telefónica de la presunta suegra del asesino de mi madre, quien dio mi nombre, sin embargo nunca se pudo identificar a esta persona, para mí esa llamada es una prueba absoluta de que quieren que yo sea encontrada culpable”, refirió.

En el segundo punto, Bracamonte Fefer hizo referencia a la llamada que le hizo su madre. “Yo siempre creí que ella me iba pedir ayuda”, dijo.

En medio de cada participación, la joven se encargó de “demostrar” que su hermano era tan “sospechoso” como ella, sin embargo, a él no lo investigaron.

“Si yo fuera culpable habría cambiado de teléfono y todas las versiones que di, cosa que no pasó, en cambio mi hermano Ariel, lo hizo varias veces y varió su versión hasta en tres oportunidades”, precisó, haciendo referencia a que el único beneficiado con la muerte de su madre fue su hermano.

Por último, Eva enfatizó que “no puede ser condenada por 30 años” por un crimen que “no tiene ningún vínculo” con ella.

“Si es que a mí se me vuelve hacer un juicio, a parte de ser una injusticia, ayudaría a darle más tiempo a los verdaderos responsables para burlar la justicia y seguir fabricando más pruebas en mi contra. Si la justicia sigue concentrándose en mí, tras siete años de proceso, el asesinato de mi madre será el primer crimen perfecto”, finalizó.