Eva Bracamonte y Liliana Castro se entregan a la justicia luego de ordenarse su captura en el 2009, por la muerte de su madre, la empresaria Myriam Fefer.

Era la mañana del 9 de septiembre del 2009 cuando Eva y Liliana se entregaron a la justicia. Su repentina aparición ante el juez Alfonso Payano sorprendió debido a que desde el día anterior, cuando se expidió la orden de captura, habían permanecido ocultas.

“Ricardo manejaba y su papá, un policía retirado, iba de copiloto. Subí a la parte de atrás del carro y me senté. Ricardo volteó, me dijo “ahí no” y me hizo una seña para que me meta al hueco que quedaba entre su asiento y el asiento de atrás. Me acurruqué ahí en el suelo entre los dos asientos sin hacer ninguna pregunta”, narra en su quinta entrega.

Asimismo, contó cómo se sintió cuando llegó al departamento de Tatiana Castro, “Llegamos al departamento y Ricardo se despidió y se fue. Entramos. Adentro estaba Lily con algunas amigas que querían “despedirse”. Me vio entrar, nos miramos y empezamos a llorar. Nos abrazamos y lloramos más. Recién en ese momento sentí abiertamente todo el miedo que había tenido reprimido hasta entonces.

Finalmente, señala que “si estábamos ahí era porque no íbamos a permitir que nos detengan, sino que nos íbamos a entregar, porque eso demostraba que no estábamos huyendo de la justicia sino lo contrario, y que eso íbamos a hacerlo al día siguiente a primera hora de la mañana”, manifestó.