“Yo no tengo ningún problema (en ir a la comisaría)”, dijo a los policías que lo intervinieron a la altura de la cuadra 4 de la avenida Conquistadores, en San Isidro, por usar lunas polarizadas. Fue allí que se percataron que el conductor de televisión manejaba evidentemente ebrio.

“Sí, he tomado, lo admito”, expresó al señalar que estaba a solo cuatro cuadras de su casa. No obstante, remarcó que la Policía Nacional “debería abocarse a otras cosas”. Inicialmente se negó a pasar el dosaje etílico, aunque luego lo hizo por la presencia de periodistas.

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“La Policía antes de meterme acá ya pidió que venga la prensa. Esa es una cosa muy sospechosa para mí. Hoy fue el último día de mi programa y hemos celebrado con todo el mundo. Este auto estaba esperando que nosotros saliéramos del bar donde estábamos”, anotó.

“Justo cuando hemos salido, salieron los dos policías y prepotentemente nos pidieron un montón de información. Le dimos todo, menos la revisión técnica”, dijo tras pasar el dosaje etílico en la comisaría de San Isidro.

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