Ana de la Torre Gutiérrez se quedó en la calle. Era la medianoche del domingo, cuando su expareja, Jhon Corimanya llegó con kerosene y roció la casa ubicada en el asentamiento humano Santa Bárbara en San Juan de Lurigancho, y le prendió fuego.

No le importó que fuera la casa de sus propios hijos o incluso que ellos pudieran estar dentro.

Ana y sus pequeños hijos pudieron salvarse gracias a que, asustada por las amenazas de muerte que recibió horas antes, se refugió en la casa de una vecina.

Sin embargo, Corimanya ha vuelto a amenazarla.