Se descansa de día y se camina de noche, como animales salvajes. Al espíritu del suboficial PNP Luis Astuquillca se sumó su vital formación. Pasó por la Dirección Nacional de Operaciones Especiales (DINOES) y también hizo cursos de supervivencia en la base de “Los Sinchis”, Junín. Ambas son las unidades élite de fuerzas especiales de la Policía. El entrenamiento de varios meses le salvó la vida.

Menú de la selva

“Sin agua no puedes vivir”, sentencia el superior PNP Nelson Pineda frente a sus 150 alumnos de la Dinoes en el cuartel ubicado en el ex Fundo Barbadillo, en Ate-Vitarte. En la selva, añade el suboficial PNP Jesús Pinto, “el agua se debe purificar cuatro veces: Con tierra, carbón, algodón y una pañoleta”.

Las instrucciones son precisas. “Con el impermeable del comando se simula un pozo para juntar agua todas las noches, y en las madrugadas se recolecta el rocío de las plantas en la cantimplora”, indica.

Seleccionar alimentos es otra tarea de vida o muerte. “En la selva, no puedes comer lo mismo que los animales silvestres. Tienes que comer el alimento de los pájaros”, advierte Pinto.

La shapaja, pituca y ungurave son algunas raíces y plantas comestibles de la selva. Astuquillca en el Cusco se alimentó con hongos, gusanos, plátanos y toronjas. Los suris, chicharras, zamaño, cukte, kirkincho y serpientes no venenosas completan el extremo menú de un sobreviviente.

El manual de los comandos de la Dinoes y “Los Sinchis” establece que en la selva se debe dormir poco para prevenir cualquier ataque sorpresa. Se descansa en el día y se camina por las noches, como los animales salvajes.

Sobrevivir en el monte

Cada especialidad de preparación dura una semana y se realiza con un instructor que pertenece a la FIR (Fuerza de Intervención Rápida) o COPES (Comando de Operaciones Especiales) de la Policía. Sobrevivencia anfibia, inserción en la selva, viaje en convoy, paracaidismo, supervivencia extrema son algunos de los cursos.

Nadar con las manos, pies y cuello atados es una de las pruebas más duras a las que son sometidos los futuros combatientes. “Hay que nadar de costado cuando se tiene arma y mochila”, es la consigna de los instructores PNP Juan Novoa y Bacilio Ortiz a los futuros Dinoes y ‘Sinchis’. “Se debe respirar profundamente cinco veces antes de sumergirse al agua”, detalla Juan Novoa.

La preparación en descenso fast rope, a una altura de 35 metros, simula la inserción en la selva desde un helicóptero. “El tiempo de bajada no debe exceder los ocho segundos. Eso mide la sorpresa del ataque”, explica el instructor e integrante de las FIR, José Acosta.

Ese procedimiento estaba siendo puesto en marcha por los suboficiales PNP Astuquillca, César Vilca y Lander Tamani, cuando el helicóptero del que descendían fue atacado por terroristas y emprendió el retorno dejando a los policías solos en medio de la selva de Kiteni, el 12 de abril.

Fuente: Caretas