“El sábado 7 de febrero se publicó en la página web de este diario el artículo ’#MáximaNoEstáSola’, de Martha Meier Miró Quesada. Luego de unas horas fue retirado, lo que llevó a muchas personas en redes sociales a preguntarse si El Comercio y yo como su director habíamos censurado a la señora Meier. Se dijo además que la censura habría respondido a un interés ‘neoliberal’ o mercantilista en silenciar los abusos que la minera habría estado cometiendo contra la familia Chaupe”, indicó.

Fernando Berckemeyer precisó que cuando asumió la dirección de El Comercio el 17 de noviembre del 2014, tenía que ser siempre un “diario honesto” y no puede dejar que esta honestidad “sea puesta en duda” sin sentirse obligado a defenderla.

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“Iré al punto. Según mandan los principios rectores de este Diario, los columnistas del mismo tienen libertad de expresión, pero no de difamación. Retiré el artículo de la señora Meier de la edición impresa del sábado (y de la digital, en que salió por unas horas por error) no porque ella estuviese defendiendo a la familia Chaupe frente a la minera Yanacocha, sino porque se sostenían en él al menos dos ideas potencialmente difamatorias”, explicó.

“La primera, que el financista internacional George Soros es un ‘narcopromotor’. La segunda, que la minera en cuestión habría tenido intenciones de ’intervenir’ en el Poder Judicial cajamarquino mediante ‘intereses subalternos’, las que se habrían visto frustradas por la exposición mediática del caso”, agregó.

En ese sentido, Berckemeyer negó que El Comercio tenga interés en censurar las denuncias de Máxima Acuña de Chaupe para proteger a la minera Yanacocha y enfatizó que solo ha impedido que alguien se tome la libertad de “difamar en sus páginas”.

El director del diario también aclaró que renunció al estudio de abogados que supuestamente tenía como cliente a Yanacocha, por lo que negó cualquier conflicto de intereses. “No tengo más vínculo con él que el que supone que un familiar mío sea socio del mismo. En cualquier caso, no es que esto haga mucha diferencia: la minera Yanacocha no es clienta de ese estudio”, anotó.

“Como se comprenderá, no puedo pretender hacer un trabajo serio como director del diario y, al mismo tiempo, mantener en él a una editora que implícita y públicamente me acusa de corrupción”, refirió.

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