Fiscalizadores de la clausuraron una panadería clandestina, ubicada en el cercado de la capital, por elaborar turrones, bombitas y cachangas en deplorables condiciones de salubridad, informó la comuna edil.

Durante la inspección, los inspectores municipales descubrieron trozos reciclados de turrones y cachangas que se almacenaban en cajas de madera con los bordes llenos de grasa, fuentes oxidadas y requemadas donde se colocaban filas de bocadillos para ser horneados.

Asimismo, se constató que la masa de harina que usaban estaba impregnada de abundante colorante en cacerolas sin cobertura, todo en ambientes donde había ropa y calzado sucio.

En este local, ubicado al interior de una vivienda en el pasaje 9 de la urbanización 1 de setiembre, Lote 9, Comité 6, en el Cercado de Lima, también se halló excremento de roedores en todos los rincones.

Los trabajadores del local intentaron con gritos y violencia impedir el ingreso de los fiscalizadores e inspectores de Vigilancia Sanitaria.

“No tenemos idea de cuáles son sus insumos para producir la masa que la hacen en una superficie microporosa que genera bacterias y hongos, como se ve”, expresó Dora Asenjo, jefa del Departamento de Vigilancia Sanitaria del municipio.

Por todas esas razones a la que se suma el hecho de que en el citado establecimiento carretilleros se proveerían de distintos dulces para venderlos en las calles, la Gerencia de Fiscalización y Control decomisó ollas, moldes, pocillos, cocinas y maderas con que se horneaban los productos.

Además, también se confiscó las masas de harina y colorantes, entre otros insumos comestibles en mal estado.

“Estas personas usan la fachada de una vivienda multifamiliar para realizar un trabajo clandestino. Desmantelaremos el sitio y solicitaremos la presencia de la Fiscalía de Prevención del Delito para que inspeccionen el lugar y reunir elementos legales que nos permitan denunciar a sus propietarios por delitos contra la salud pública”, refirió a su turno, John Ortiz, subgerente de Fiscalización y Control.

Más temprano, Fiscalización del municipio limeño clausuró una panadería ubicada en la sexta cuadra del jr. Ucayali.

Allí se vendían turrones empaquetados en presentaciones de un cuarto y medio kilo, en envases que carecían de registro sanitario. Además, se impuso a su administración una multa de 1,012.5 soles. (Fuente: Andina)

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