Autoridades civiles y militares destacaron hoy la valentía y el heroísmo de los comandos , que en 1997 rescataron con éxito a los 72 rehenes que habían sido secuestrados por terroristas en la residencia del embajador japonés, en Lima.

César Astudillo, inspector general del Ejército y el oficial más antiguo que participó en la operación, resaltó que la consigna de este grupo de valerosos soldados era rescatar con vida a los 126 rehenes y frenar la pretensión de 14 terroristas de “poner de rodillas a una nación”.

Desde la Primera Brigada de Fuerzas Especiales del Ejército, en Chorrillos, donde se ubica la réplica de la residencia secuestrada, evocó el esfuerzo de los comandos, quienes entrenaban día y noche, e incluso practicaban con los ojos vendados la que sería su incursión en el predio.

“El planeamiento que se realizó fue detallado y minucioso, sin dejar nada al azar, con entrenamiento conjunto y múltiples ensayos (…) Fue algo bastante ensayado y planeado. Solo nos dedicábamos a eso, no hacíamos otra cosa”, narró el oficial militar.

Astudillo consideró que el éxito de esta operación de rescate convirtió a los heroicos comandos en un “ejemplo vivo” de liderazgo y decisión para las futuras generaciones militares en el país, por lo que –dijo- deberían ser declarados “héroes nacionales” por el Congreso de la República. (Andina)