Según el diario ‘El Comercio’, Álvarez mantuvo contacto telefónico con los asesinos a sueldo Rubén Moreno Olivo, alias ‘Goro’; y Jaime Sánchez Cachay, ‘Piolín’, antes y después de los atentados contra el vicepresidente regional de Áncash, José Sánchez Milla, y el propio Nolasco.

Los números telefónicos de ‘Goro’ y ‘Piolín’ también habrían sido detectados en la agenda del celular de la autoridad ancashina. A ello se suma la manifestación del sicario Christian Cruzate Pereda, alias ‘Colombiano’, quien acusó directamente a César Álvarez del crimen de Nolasco.

Para los agentes a cargo de las investigaciones, habría quedado claro que la orden para matar a Nolasco en Huacho el pasado 15 de marzo vino directamente de Álvarez, quien encabezó una red de crimen organizado en Áncash, aprovechando el cargo que ostentaba.

Las pruebas que la Policía y los fiscales considerarían sustanciales para esgrimir la denuncia son los testimonios de los colaboradores eficaces que detallaron la forma como Álvarez y miembros de su presunta cúpula mafiosa maquinaban los asesinatos.