Tenía solo cuatro meses de edad y toda una vida por vivir, pero dejó de existir en una guardería, en el distrito de , donde sus padres la dejaron para ir a trabajar.

La niña falleció bajo extrañas circunstancias durante el cuidado de las monjas encargadas de la cuna Ángel de Caridad, ubicada en la cuadra 9 de Húsares de Junín.

Los familiares de la bebé llegaron durante el transcurso de la tarde, mientras otros padres de familia recogían a sus menores en medio de la incertidumbre de no saber qué ocurrió bajo el cuidado de las monjas a las que les confían a sus hijos.

Tras tres horas de diligencias, agentes de criminalística de la Policía retiraron el cuerpo de la menor sin poder determinar el motivo del deceso.

Las encargadas de la cuna no se pronunciaron sobre el hecho fatal ocurrido dentro del recinto.