Adolescentes con depresión, ansiedad, trastornos alimenticios o de personalidad violenta son los más vulnerables a ser captados en las redes sociales por grupos que administran el juego “La ballena azul”, que ya preocupa a las autoridades de distintas partes del mundo.

El siniestro desafío, cuyos primeros casos fueron reportados en Rusia, invita a los menores a superar 50 pruebas, una por día, la última de las cuales consiste en suicidarse saltando de un balcón.

Según explicó el médico psiquiatra Horacio Vargas, director de Niños y Adolescentes del Instituto Nacional de Salud Mental Honorio Delgado-Hideyo Noguchi, son más proclives a caer en este juego quienes tienen carencias afectivas de sus padres o quienes buscan salidas a algún conflicto emocional.

En cambio, los menores que sienten la protección de sus progenitores y poseen una familia más integrada, pero además han sido informados de los peligros de internet, no se sienten atraídos por este juego, gracias a que son más estables emocionalmente, indicó.

Recomendaciones

Para el especialista es importante que tanto los profesores en las escuelas como los padres en los hogares alerten a los adolescentes sobre el riesgo que conlleva seguir páginas y grupos en internet que promuevan juegos violentos.

También es necesario supervisar los contenidos que consumen sus hijos en internet y redes sociales. Además, de ser necesario, bloquear el acceso a este juego en las computadoras.

“Se deben supervisar los contenidos que ven los adolescentes. Tienen que saber que es peligroso exponerse a este tipo de páginas, cuyas finalidades son totalmente nocivas”, manifestó el especialista.

Las personas inescrupulosas que administran este “juego” invitan a niños y adolescentes a superar los desafíos, a través de grupos cerrados en Facebook o WhatsApp.

Por ejemplo, los obligan a despertarse en la madrugada para mirar videos de terror, cortarse el brazo con una navaja o acercarse al borde de un precipicio. Una vez que realizan esta temerosa acción, deben enviarles fotografías que lo certifiquen a los llamados “tutores en línea”.

El fenómeno (cuyo nombre alude al suicidio colectivo de las ballenas azules, que buscan la orilla para encontrar la muerte) se ha propalado rápidamente por el mundo y se sabe que un grupo en español cuenta con más de 15,000 miembros.

Fuente: Andina

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