Según el diario “El Comercio”, Almíber Ríos Vargas tiene una personalidad “cruel y manipuladora, insensible, perverso, despiadado y con las personas que no siguen sus ideales”. Según la pericia, “actúa con crueldad, ferocidad, ensañamiento y descontrol”.

Otra revelación fue que Almíber Ríos Vargas no muestra trastornos psiquiátricos y es consciente de sus actos. Es decir, sabía que tras el asesinato de su compañero de trabajo podría enfrentar un juicio, pero aun así planificó el crimen llevado por la ira.

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“Yo sí sabía que iban a encontrar el cuerpo y que podría haber una investigación, pero en esos momentos no pensaba en nada más que la forma de sacar el cuerpo”, dijo en una oportunidad a los expertos que lo examinaron.

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La investigación también reveló dos hechos violentos que marcaron la vida de Almíber Ríos. Según contó a los agentes, el asesino confeso presenció la muerte de una tía y el año pasado su hermano menor se suicidó en su cuarto.