La titular de dicha instancia, Isabel Huamán García, precisó que las pericias realizadas a los cuerpos de Luis Silva Requena y Sebastián Anchante Pérez demostraron que hubo agresión física previo a los disparos efectuados por Llanos Carrillo.

“El examen médico legista reveló signos de agresión física hacia ambos. Inclusive dicho documento médico indica que Silva Requena terminó con catorce costillas rotas antes de ser impactado por la bala que acabó con su vida”, precisó la magistrada.

Otro detalle es la pericia de absorción atómica practicada a las víctimas. Esta arrojó negativa, lo que demostraría que ambos sujetos nunca realizaron disparos. En la escena del crimen se encontraron siete casquillos de bala del arma del acusado.

“Incluso el denunciado se llevó el arma que fue supuestamente usada por los delincuentes, alterando así la escena del crimen. El arma fue devuelta 17 horas después de ocurridos los hechos por un familiar del denunciado a la Policía”, dijo.

Según el examen forense practicado a los dos cadáveres, Anchante Pérez tiene un impacto de bala en la región occipital (nuca), mientras que Silva Requena presenta una herida de bala en el pecho, informó el diario ‘El Comercio’.