. Con los mejores deseos expresados en abrazos, brindis y rituales para atraer la buena suerte, los limeños recibieron el 2018, siempre con la esperanza de superar los momentos difíciles del año que se acabó.

Las doce campanadas marcaron el inicio de las celebraciones con champán, uvas y cábalas para atraer la buena suerte, de acuerdo a las creencias populares.

No faltaron por ello las doce uvas comidas, una a una,con cada campanada del reloj, ni los baños de florecimiento para la prosperidad con hierbas, champán, flores y colonias, para deja atrás lo negativo y recibir solo buenas vibras.

Los limeños, ansiosos porque el Año Nuevo 2018 les traiga la posibilidad del viaje soñado, tomaron sus maletas y dieron varias vueltas a la manzana, practicando así una de las cábalas más populares y difundidas.

Como ya es costumbre, el cielo limeño se vistió de luz y color con llamativos fuegos artificiales que anunciaban el fin de un año que nos dejó cosas buenas y también muchos sinsabores, pero con optimismo y con actitud positiva y decidida en busca de sus metas. (Fuente: Andina)

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