Según la revista ‘Caretas’, la pintura, titulada “Juicio al Chino”, remite a una pesadilla, donde Fujimori se somete a un tribunal infernal, con rostro adolorido y una sonda intravenosa en su brazo.
En la pintura los dedos acusadores apuntan hacia él, los jueces se asemejan a los de la Santa Inquisición y en la mesa del exjefe de Estado aparece una paloma blanca.
De los cuatro juicios que Fujimori ha afrontado hasta el momento, en tres de ellos se resignó al primer camino. Solo en el caso Barrios Altos y La Cantuta afrontó el proceso y fue condenado a 25 años de prisión por autoría mediata de los asesinatos.