Tiranos, genocidas, racistas, fascistas… personajes que pasaron a la historia como seres despreciables y que murieron entre el odio de sus pueblos, algunos siguen vivos, pero tienen altos niveles de rechazo popular. Hombres que gobernaron naciones en medio del reclamo internacional, pero que no dejan de ser humanos.

Entre las miserias de estos gobernantes, se distinguieron por tener peculiares rasgos de obsesión, como los que enlistó el portal listverse.com, en los cuales podemos ver la manera que tenían, no sólo de manejar a la población, sino también de sus intentos de pasar a la historia como una especie de superhéroes.

Uno de ellos fue Alfredo Stroessner, dictador de Paraguay entre 1954 y 1989. A pesar de ser despiadado, colocaba carteles de neón con su nombre. Los hoteles, parques y edificios debían llevar su nombre.

Fuente: De10.com.mx