En diciembre del 2013 Uruguay se convirtió en el primer país del mundo en legalizar la producción, venta y consumo de marihuana. Fue una decisión sui generis tomada por el gobierno de José Mujica para luchar contra el tráfico de drogas.

Sin embargo, la norma tiene restricciones, por ejemplo, los consumidores deberán registrarse en el Instituto de Regulación y Control de Cannabis (IRCC), organismo público que otorgará licencias de plantación de marihuana.

Asimismo, se permite la compra de hasta 40 gramos mensuales en farmacias; el cultivo personal será de hasta seis plantas de cannabis por hogar. La regulación prohíbe que la droga sea publicitada, y que se fume en espacios públicos cerrados.

Esta medida ha generado debate en todo el mundo, pero en algunos países, como Holanda, Corea del Norte, Portugal, Argentina, Suiza, Bélgica o Chile, se permite la portabilidad y consumo de la marihuana con sus respectivas normas y restricciones.