La ventriloquia es el arte de modificar la voz para imitar otras voces u otros sonidos.
Dado que la ventriloquia está orientada al mundo del espectáculo, forma parte de la brillantez de la actuación el que la emisión de voz se haga de la forma más discreta posible.
Esto es, que el ventrílocuo sea capaz de dar voz al muñeco sin mover, o casi sin mover, los labios, de modo que una vez proyectada la voz, parezca originarse efectivamente en el propio muñeco.
La práctica de la ventriloquia se realiza casi siempre mediante un diálogo, generalmente cómico y/o sarcástico, entre una persona y un muñeco al que aquel le presta la voz. Estos muñecos se denominan “dummies”.
Se han encontrado restos de ventriloquia en el arte egipcio y en la arqueología hebrea. Eurycles de Atenas, el primer ventrílocuo del que se tiene noticia, se hizo tan famoso que los ventrílocuos griegos fueron llamados los eurycleides, además de ser conocidos como engastrímanteis, es decir, profetas de la barriga.
En Francia, el primer ventrílocuo conocido fue Louis Brabant en el siglo XVI.
La técnica se perfeccionó en el siglo XVIII. En 1745 ya existían artistas trashumantes que hablaban con pajaritos en un diálogo disparatado. También la ventriloquia era conocida y practicada en India y China.
A continuación, te presentamos diez escalofriantes muñecos de ventrílocuos del pasado.