Cuando la fotografía estaba en sus inicios, el tomar una foto era algo caro y muy laborioso. Requería, además de un equipo muy voluminoso, un largo tiempo de exposición.

Las fotografías post mortem o memento mori (en latín, “recuerda que morirás”) eran a menudo la única ocasión en la que se fotografiaba a una persona, una forma de tener un recuerdo por parte de sus seres queridos.

La fotografía de difuntos fue una práctica que nació poco después que la fotografía (un 19 de agosto de 1839) en París, Francia, que luego se extiende rápidamente hacia otros países.

La práctica consistía en vestir el cadáver de un difunto con sus ropas personales y participarlo de un último retrato grupal, con sus compañeros, familiares, amigos, o retratarlo individualmente.

A continuación puedes ver 10 antiguas fotografías de cadáveres de la época victoriana.