No solo las costumbres eran raras en la Edad Media, también los inventos y estas fotografías lo demuestran.

Por ejemplo, en épocas donde reinaba la Santa Inquisición era preciso tener una silla de brujas. Y es que los religiosos se valían de estos objetos para torturar a las sospechosas y sacarles información. Si ellas no decían nada, pues morían desangradas.

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En esa época también era común hablar de venenos y pócimas. Tal es así que todo buen curandero tenía que tener su gabinete especial de líquidos.

En el siglo XIX era común realizar sesiones fotográficas post mórtem. Para lograr la toma perfecta, los fotógrafos tenían que valerse de un instrumento hecho en fierro que sea capaz de sostener al finado.

Por último se creías que solo las mujeres usaban cinturones de castidad, te equivocaste. En el siglo XVI, los varones también los llevaban.

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