Para no creerlo. “Y el perro está haciendo algo bastante excepcional”, le advirtió el presidente de Francia a Brune Poirson, su ministra de Ecología. A sus espaldas, Nemo, el labrador de dos años que el mandatario adoptó en agosto, se orinaba en una chimenea del siglo XVII. El clip se ha vuelto viral en .

Ocurrió en plena reunión en el despacho de Macron en el Palacio del Elíseo, donde mantenía un encuentro sobre inversiones con Poirson, Julien Denormandie, secretario de Estado de Cohesión Territorial, y Benjamin Griveaux, ministro de Economía y Finanzas. La hilarante escena se ha vuelto viral en .

La imagen fue registrada por las cámaras de la televisión francesa. “¿Ocurre a menudo?”, le preguntó entre risas Denormandie a Macron. “No”, respondía el líder francés. “Ustedes han provocado en él un comportamiento bastante inusual”. Todo quedó registrado para la posteridad y es bastante comentado en .

Al igual que sucede en Estados Unidos, la presencia canina en la casa presidencial es una tradición en Francia… y también una fuente de anécdotas. Por ejemplo, en el año 2013 se supo que un chihuahua y dos labradores del expresidente Nicolás Sarkozy destrozaron varios muebles históricos del Salón de Plata del Elíseo.

Casi todos los presidentes de Francia tuvieron un labrador y no quiso quedarse atrás. Aunque, probablemente, no esperaba que recibiera a sus invitados de esa forma.

TAGS RELACIONADOS