Lo que en la mayoría de los países del mundo habría demandado meses de trabajo, con demoras y complicaciones para los pasajeros, en Japón se resolvió en apenas tres horas y media, sin que los usuarios del servicio se enteraran.
El trabajo no era fácil: había que hacer subterráneo un tramo de una vía férrea que pasaba por la superficie, en pleno centro de Tokio. La idea era que el tren se convirtiera en metro entre las estaciones Shibuya y Daikanyama.
La obra estuvo a cargo de la Corporación Tokyu. Para no molestar a nadie y evitar que se interrumpiera el servicio de transporte, decidió hacer todo en una sola noche.
Para ello, reunió a 1.200 trabajadores que, con un nivel de organización difícil de explicar, necesitaron de sólo tres horas y media, entre las 01:00 y las 04:30 horas de la madrugada, para bajar varios metros las vías del tren.
Si bien todo ocurrió en las primeras horas del 16 de marzo de 2013, recién hace unos días se difundió en todo el mundo el video que muestra la proeza de la ingeniería japonesa.
Fuente: Infobae.com