planea desarrollar nuevas aeronaves que esperan reemplazar a varios helicópteros de combate como el Black Hawk. Las empresas Lockheed Martin – Boeing y Bell Helicopters están en competencia y la ganadora se convertirá en el proveedor de los nuevos helicópteros de combate de la armada estadounidense.

Helicóptero Black Hawk

Estos nuevos supercópteros forman parte del programa de Elevación Vertical Futura (FVL, por sus siglas en inglés) de USA, que aspira a conseguir un vehículo rápido, que alcance unos 500 kilómetros por hora, que pueda despegar y aterrizar de manera vertical y operar a elevada altura.

Uno de los prototipos presentados es el de Sikorsky (filial de Lockheed Martin) y Boeing. Se trata del SB-1 Defiant que está diseñado con un doble rotor coaxial, es decir, una hélice sobre la otra, y otra hélice propulsora.

Por su parte, el V-280 Valor, de Bell, es similar al V-22 Osprey, ya que son aeronaves híbridas con alas sobre las que van montadas dos grandes hélices contrarrotatorias que pueden cambiar de posición, lo que les permite sumar la velocidad de los aviones de ala fija con las cualidades de despegue vertical y de suspensión de los helicópteros.

En total, serán diseñados cuatro tipos de aeronaves, que compartirán sensores, aviónica, motores y carga útil. El elegido, finalmente reemplazará a los helicópteros Black Hawk, al Apache, al Chinook y al Kiowa.

El temido Apache

El reemplazo de toda la flota costará más de 100.000 millones de dólares, aunque no se completaría hasta la década de 2030. Sin embargo, Bell Helicopters ya anunció que el V-280 Valor podría estar operable para 2024, varios años antes que su competidor, el SB-1 Defiant.

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