. Un esqueleto descubierto en 2003 en una ciudad abandonada en el , en , hizo creer a muchos que se trataba de una momia extraterrestre. Sin embargo, exámenes posteriores revelaron qué era en realidad.

Se trataba de una momia con un cráneo alargado, cuencas oculares hundidas y un cuerpo increíblemente pequeño. Fue bautizado como “Ata” y es increíblemente extraño. Apenas mide unos 15 centímetros y, le faltan un par de costillas.

Asimismo, su cabeza y rostro son muy deformes. Fue descubierto hace 15 años y data de hace unos 40 años. Tras su hallazgo, algunos expertos en ufología pensaron que “Ata” era un extraterrestre, y lo presentaron en un documental.

Un nuevo análisis genético confirma que el esqueleto es humano, pero tiene una variedad de mutaciones sin precedentes. Garry Nolan, inmunólogo y microbiólogo de la Escuela de medicina de la Universidad de Stanford, analizó la momia.

Su estudio, publicado en 2013, concluyó que “Ata” sí era humano, y que murió entre los 6 y 8 años de edad, una observación muy extraña tomando en cuenta las diminutas proporciones del esqueleto. Pero todavía quedaban muchas dudas acerca de “Ata”.

Sin embargo, un análisis de 2013, realizado por Paolo Viscardi, conservador de historia natural en el Museo Horniman de Londres, reveló que los restos pertenecían a un feto abortado que murió entre las 16 y 16 semanas, y posteriormente fue desechado en Atacama.

Según el nuevo análisis, “Ata” era una niña y probablemente todavía era un feto en desarrollo cuando murió, incluso aunque presenta la composición ósea de un niño de 6 años. Al parecer sufrió un extraño trastorno de envejecimiento de los huesos.