. A finales del año 2017 comenzó a operar una “cárcel de lujo” en una isla cercana a la ciudad de Gundslev, en . Lo peculiar de este recinto penitenciario es que parece más a un hotel de lujo.

De acuerdo con la versión digital del diario “Daily Mail”, la prisión tuvo una inversión de 130 millones de dólares y puede albergar hasta 250 presos, distribuidos en celdas individuales de unos 4 metros cuadrados cada una.

Aunque posee un estilo minimalista, las instalaciones cuentan con televisiones, escritorios con lámpara, ventanas, baño privado y acceso a amplios espacios comunes como una capilla, una tienda de comestibles, una biblioteca, espacios para practicar deporte y una zona de juegos.

El penal ocupa un enorme predio sobre una isla cercana a la ciudad de Gundslev e incluye numerosos espacios verdes, al estilo de una típica aldea danesa, con una superficie equivalente a 18 campos de fútbol. Aquí, los presos disponen de diferentes zonas de recreación y hasta esculturas al aire libre.

Además, las instalaciones cuentan con modernas cocinas donde los reclusos pueden preparar su propia comida, talleres artísticos y profesionales, una capilla, una tienda de comestibles, una biblioteca, espacios para practicar deporte y una zona de juegos para las visitas de familiares.

La idea central de este proyecto es crear un ambiente lo más parecido posible a las condiciones normales en el exterior, para que los presos, la mayoría condenados por crímenes violentos, puedan acostumbrarse y mantener ese estilo de vida tras recuperar la libertad.

“Realmente creemos, y las estadísticas lo demuestran de manera evidente, que un ambiente rudo y poco estimulante crea más casos de reincidencia”, expresó Mads Mandrup, diseñador del estudio CF Moller Architects. Con todo, este admitió que la rehabilitación social requiere de medidas más complejas que la mera arquitectura.