Ho Van Thanh y su hijo Ho Van Lang vivían en una cabaña de madera que habían construido en un árbol y hasta donde llegaron las autoridades para devolverlos a la civilización, según el diario Thanh Nien.

El equipo de rescate, que tuvo que adentrarse 40 kilómetros en esa jungla de la provincia de Quang Ngai, los descubrió cubiertos con taparrabos y utilizando armas y utensilios que habían fabricado con lo que hallaban en su entorno.

Cerca de la vivienda había una pequeña huerta, con la que complementaban los frutos que recolectaban y la caza. También plantaban tabaco y lo fumaban. En un rincón de la cabaña, el veterano aún guardaba los pantalones militares que vistió durante la Guerra de Vietnam.

Desde hace 40 años se ha conocido su paradero, porque otro hijo, el benjamín, se salvó del bombardeo, creció con un familiar y un día de 1983 consiguió encontrarlos con la ayuda de un tío.

El padre y su hijo Lang siempre se negaron a regresar, incluso huían y se escondían si los intentaban agarrar, y la ropa y utensilios que les llevaban se encontraban metidos en una bolsa, como si no los usasen.

Ho Van Thanh, ahora con 82 años y demasiado débil para andar por sí solo, tuvo que ser transportado en una hamaca de vuelta a la civilización.

Fuente: EFE