En una escuela en el suroeste de Colombia, buscan todos los recursos posibles para enseñar y proteger a sus alumnos de los incesantes combates entre el ejército y la guerrilla de las FARC.

Los niños saben que después de cada tiroteo de la guerrilla deben recoger las balas, así como ver si todos están a salvo. Muchos de estos menores sufren ya traumas psicológicos, que son identificados por sus maestros a través de sus dibujos.

Fuente: Observador Global.com