El pueblo de Potosí, en Venezuela, fue abandonado en 1984, cuando el valle fue inundado para construir la importantísima presa hidroeléctrica Uribante Caparo. Sin embargo, sus restos emergieron debido a una sequía originada por los cambios climáticos.
La fundación de Potosí se remonta a mediados del siglo XIX. Tenía un almacén, un dispensario, una escuela, prefectura, plaza y su iglesia.
De acuerdo a la página web del estado de Táchira, actualmente el lugar es un sitio “mágico”, teniendo en cuenta que las ruinas se encuentran a 1.100 metros sobre el nivel del mar.
Si uno visita el lugar, podrá apreciar lo que quedó de la iglesia de San Isidro Labrador, un templo de 26 metros de altura que se terminó en 1953.
Un cementerio que también quedó cubierto por el agua emergió este año tras una sequía provocada por el fenómeno El Niño.
Fuente: Infobae